Hoy en el aniversario de Lima recibimos la visita del santo
padre, viene el Papa al Perú, el vicario de Cristo trae su mensaje, trae su
paz, Cristo encomendó a Pedro
apaciguar sus corderos y quedo como
legado para los Papas posteriores seguir y expandir su enseñanza, Francisco
trae ese mensaje de paz, de unidad, de hermandad, trae la humildad de la fe en el señor para
todos sin excepción, no trae rencores, no viene con odio, su palabra no
vitupera, busca reconciliar y fomentar la unidad, aunque aún hay personas que se
ofenden con su presencia y con su mensaje que no llega a ellos solos se
excluyen pero Cristo dijo que son a ellos los que odian por los que hay que
pedir y amarlos este gesto es un grito escandaloso para cierto grupo pero es
ese el mensaje de cristo el amor al prójimo al que nos desea el mal.
Es muy fácil atacar e insultar hoy por hoy con la inmediatez
de las redes sociales desde sus tribunas a miles de kilómetros creen ser jueces y verdugos y sentencian como
borregos lo que otros con odio en el corazón hacen, el Papa no es culpable de
errores que otros han cometido en los tiempos de Dios la condena se dará pretender
que la figura de un Papa sea quien condene y se convierta nuevamente en un
inquisidor de la santa inquisición aquellos Papas medievales que declaraban
guerras y eran más una figura maligna eso tiene que quedar en el olvido, desde Juan Pablo II han pedido
perdón por errores del pasado y de clérigos que hoy ofenden a Cristo.
Este mundo ya está lleno de desamor, de desunión de odio, de
rencor para estar participando e incrementando tal rencor
desproporcionado personas que piden castigo, desean el mal se creen
dueños de la verdad son más de ese mal que dicen condenar convirtiéndose en ese
pueblo que injustamente condeno a Cristo
pero después se rasgaran las vestiduras por estar equivocados solo pedir
por ellos se merecen la bendición.
Yo si espero a quien habla de paz, quien trae el
mensaje del salvador, el Papa trae el
mensaje de Cristo que es lo más importante. Bienvenido Papa Francisco. ¡Yo si
te espero!
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